¿Por qué nos gusta el chocolate? Esta es una de las preguntas que muchos jóvenes se pueden hacer cuando consumen este dulce. Existen muchas formas de disfrutarlo, ya sea por la adicción que genera hasta la calidez de un chocolate caliente en pleno invierno.
Las diferentes razones para disfrutar del chocolate
Existen muchas razones que se pueden encontrar para disfrutar del chocolate. Las sensaciones que provoca en el organismo son realmente variadas, y van desde la excitación, goce o satisfacción hasta el enamoramiento. Se dice en muchas creencias populares que puede llegar a ser afrodisíaco. Una de las sustancias que contiene el chocolate es el triptófano. Se trata de un aminoácido que una vez consumido se traslada directamente al cerebro. Aquí encontramos la principal razón por la que se producen todo este tipo de efectos.
El cerebro segrega seratonina, un neurotransmisor que facilita la conciliación del sueño y que además aporta paz y tranquilidad a quien toma este ansiado dulce. La feniletilamina es otro componente que llega a la parte cerebral y es capaz de producir bienestar y satisfacción. En este sentido, el chocolate posee unos componentes que producen efectos positivos.
Por esta razón, cuando alguien se siente triste o deprimido, comer chocolate es una opción recurrida para evadirse de los problemas. La anandamida, una sustancia que posee en pequeñas cantidades, es capaz de llegar a producir una intensa relajación en el organismo.
Otros beneficios que puede aportar
Cuando las mujeres están ovulando, comer chocolate aporta un enorme beneficio. Se suele decir que ayuda a estabilizar los niveles de azúcares y por eso alivia el síndrome premenstrual. Al mismo tiempo, es un alimento rico en magnesio y minerales, dos de los componentes esenciales en cualquier tipo de plan nutricional. Incluso, una pequeña porción nos ayuda a ser más productivos a la hora de trabajar.
Posee hidratos de carbono, junto con teobromina. Esta última actúa como una especie de alcaloide que tiene un efecto muy similar al de la cafeína. Esto tiene efecto directo en el sistema nervioso, y por tanto ayuda a pensar de una forma más ágil. Además, pese a que pueda parecer negativo, la enorme cantidad de grasas que se puede encontrar en el chocolate produce una sensación de saciedad.
En contra de lo que se ha creído erróneamente durante muchos años, el chocolate no se puede considerar un alimento nocivo para el cuerpo. Lo que marca la línea entre un consumo responsable y uno sin pautas es la cantidad ingerida, como pasa con la mayoría de alimentos. Como se suele decir, algo en exceso nunca es bueno. El azúcar que contiene, tomado en su justa medida, acaba siendo positivo para el cerebro.
Hay muchas respuestas que resuelven la pregunta de por qué nos gusta el chocolate. Es otro de los placeres de la vida como el que se emociona viendo un partido de fútbol o como el que disfruta haciendo deporte o actividades de alto riesgo que generan adrenalina. Sin duda, uno de los dulces que más ha triunfado a lo largo de la historia.